El Mesías somos todos y todos somos uno EN ANGEOLOGO

El Mesías somos todos y todos somos uno Los tiempos llegan a su final, no existe ley ni amenaza que pueda mellar el absoluto y verdadero cambio que llegó desde hace buen rato a Venezuela bendecida, ningún trato oscuro podrá vencer la luz infinita de Dios que tenemos en nuestro corazón y en nuestro sendero, la ilegitimidad desaparece ante pruebas irrefutables y contundentes, este trabajo es de todo el pueblo y el pueblo es uno solo. Gran ejemplo desde Caracas que se esparce por todo el país como la historia siempre ha sido. El miedo en el alto gobierno se establece como bandera para dar pataleo de ahogados, nunca se sintió tanta debilidad en las esferas más altas y nunca se supo de tanta traición sin tapujos, se sabrán verdades sobre cierres y aperturas de medios de comunicación, la mordaza va cayendo lentamente y la gente está al frente para defender cualquier verdad, información que se cuela al exterior y que regresa al país por medios internacionales. La frontera muy caliente y exigiendo lo prometido, caerán miles a tu derecha y miles y miles a tu izquierda, es ley de Dios. No hay retorno para aquello que siempre se creyó indestructible, las instituciones de los grandes cacao son las ordenes del día, “renuncias” sine qua non, sacadas del aire de aquellos que estorban para enriquecer bolsillos ya abultados. Los cuatro puntos cardinales están atentos al centro del país, cualquier luz, cualquier situación de vida se obedecerá sin pensarlo, no solo los estudiantes de la capital tienen protagonismo, el resto de los estudiantes del país gritarán y lucharán por la legitimación de Venezuela de luz. En la gran industria, grandes negocios se destapan y se saben cuáles son las verdaderas cifras que se manejan, secreto a voces pero ahora por escrito, un gran periodista tendrá en sus manos mucha información para develarla en el momento preciso, se convertirá en un héroe como siempre lo ha sido. El restearse, el compromiso, la obligación y la conciencia de libertar a este Venezuela bendecida, ya es una realidad sin precedentes. Se destruyó por completo un liderazgo que se basaba solo en una figura, aunque quieran no existe ninguno de ese lado que llene tal vacío, ahora se comprende la infelicidad de los que lo seguían. Ministerio que dará mucho qué hablar en los próximos días, nadie está a salvo en las altas esferas, el final aquí, ahora, ya. Dios con nosotros.