Todo cambia, nada permanece, y no habrìa belleza, ni danza, ni movimientos si las estaciones no alborotaran los colores y el follaje de los àrboles no se desprendiera amarillo en el atardecer
Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran por el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estés solo en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar.
O que encuentres esas plantas mágicas
que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el fuego.
Que nunca te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Pero si te falta el amor,
no hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.
Que Dios te tenga en la palma de su mano
hasta que volvamos a encontrarnos.
Marilda
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