lunes, 31 de diciembre de 2012
Venezuela: Recorrido lunar en tiempo de Apocalipsis
Venezuela: Recorrido lunar en tiempo de Apocalipsis
"Para nacer, hay que destruir un mundo..."
Hermann Hesse
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”, dice el Apocalipsis de San Juan. Estamos entrando en un ciclo de tiempo apocalíptico, decisivo para Venezuela; el momento de la verdad, de las definiciones, de que se concreten momento a momento aquellas previsiones que habíamos señalado. Las señales del cielo han venido siendo anunciadas, y tal como ha de suceder, de acuerdo a la perfecta sincronicidad del universo, el tiempo está llegando.
La Luna Llena del pasado 28 de diciembre, en Cáncer, signo de Venezuela, y en contacto con Plutón en Capricornio, astro de las transformaciones, marcó el recorrido final del cierre de un ciclo y está siendo detonante de una conmoción nacional; y ahora, nuestro satélite va al encuentro del Sol, y el 11 de enero, a las 3:15 de la tarde, hora de Venezuela (19:45 GMT) ocurrirá una Luna Nueva decisiva en Capricornio, que abre un gran ciclo de profundas transformaciones, del morir y el renacer, ya que así son los extremos de la vida, como dijo un gran maestro espiritual, Omraam Mikhael Aivanhov: “Si no morís, no viviréis”.
Estamos experimentando al Ave Fénix, que muere y renace de sus cenizas. Todos estamos muriendo un poco para renacer. Como dice Deepak Chopra: “En medio de los escombros de la devastación y el desastre, hay tesoros ocultos. Cuando busques entre las cenizas, mira bien”.
Aunque nuestra Carta Magna señala el 10 de enero como fecha de inicio de un nuevo período constitucional, desde el punto de vista astrológico, esta fecha en el 2013, con la Luna en su última etapa de mengua, está indicando más bien un final, y el verdadero inicio lo marca la Luna Nueva, el 11 de enero. Lo que tenga que comenzar este 10 de enero no será duradero.
Estamos en tiempos apocalípticos, esta palabra nos causa temor porque pensamos en el Apocalipsis como en el fin del mundo, el fin último de la existencia. Pero el fin último no existe, finalizar es transformar para comenzar lo nuevo. Venezuela ha sido mencionada por grandes maestros como Serge Raynaud de la Ferriére, como la nueva Jerusalén, región hacia la que se ha desplazado la corriente energética que durante siglos pasó por el Tíbet. Venezuela es la cuna de una nueva civilización más elevada, que se está gestando.
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron... Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo...” (El Apocalipsis).
Es el tiempo de la verdad, de buscar ese punto que nos une a un país y nos conecta en una misión de vida colectiva, que tarde o temprano hay que realizar para construir una patria que es de todos. El tiempo está cerca.
“Si alguno tiene oídos, que oiga... Si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos” (El Apocalipsis)
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