domingo, 10 de agosto de 2014
Predicciones del Angeólogo (realizadas el pasado 01 de agosto)
Predicciones del Angeólogo (realizadas el pasado 01 de agosto)
Workers stand in a bakery with no baked products in Caracas
Arenita, sables y paquetes
El tratar de ocultar el sol con un dedo no se puede, las órdenes están dadas para que el proceso continúe con uno, con otro pero del exterior se comenzará la justicia que no existe en este país. El pasar por alto tan grandes hechos demostrará que hay una gran debilidad pero también una conexión plena y absoluta con la obscuridad. Nunca se ha podido sostener ningún ser, grupo o gobierno bajo esta premisa, todo quedará al descubierto por informantes que no se quieren ver involucrados, que salvarán su pellejo que traicionarán a todos aquellos que puedan.
El revuelo causado todavía está en el tapete, pero ahora con la lupa más grande del universo sobre cada uno de los actores de la película donde todo el mundo sabe el final. Los tiempos con muchas tempestades desde todo ángulo, desde todo punto de vista no terminaron, ahora es cuando se comienza la verdadera carrera para determinar la verdadera cara, el verdadero aspecto de aquello de lo que se quiso ocultar por 16 años, cohetes, bombos y platillos no serán suficientes para aplacar la gravísima situación financiera que tenemos y que se profundiza en tiempos muy cercanos. Consecuencia de eso, serán las tan dilatadas medidas económicas que lejos de beneficiar al común, agudizarán la crisis. La expiación no es de un lado ni del otro, sino todo lo contrario. Aquel que estuvo tendrá que comerse el pedazo de torta que le corresponda, sea de cualquier bando o de cualquiera de los dos altos gobiernos.
Desaparecerán organismos que en su momento fueron populistas, aduladores y hasta hicieron creer que eran buenos, en el aquí y en ahora ya no se puede jugar más con la esperanza de la Venezuela de luz y mucho menos con su estomago. Las retaliaciones y el disgusto no se harán esperar con consecuencias de lo que se tuvo que hacer y se está haciendo tardíamente. Recomendaciones extranjeras serán la orden del día pero también con el desorden absoluto de todo lo que se quiere y se quiso arreglar. La protesta por consiguiente cambia de forma, de lugar y de gente.
Las aerolíneas, por tanto, tendrán que abrir apresuradamente vuelos por que se está ahogando la clase que puede refutar cualquier situación. En los techos de cartón se sentirá el temblor de las bases, el llanto agotador de los pequeños y es entonces cuando comienza una verdadera historia que se corrió en el tiempo por los paños de agua caliente rojos que ya no existen más.
Los intentos de callar acciones absurdas incoherentes y además deshumanizadas, ya no darán resultados el cuento de nunca acabar de que “si me matan y me muero” o el de “allí viene el lobo”, ya nadie hace caso a esos alaridos. Los pactos, componendas y otras, darán pie a pensar en la debilidad de acciones y reacciones, de promesas no cumplidas y de todo aquello que se creía fortalecido por una imagen que ya no surte el mismo efecto porque se ha alejado la verdadera intención del que ya no está, del que se fue, del que sabía que todo iba a colapsar pero que se lo dejó al novillo que sacrificarían sus propios compañeros.
El desastre es ingobernable, la teoría del caos nunca dio resultados, ni los dará, es entonces cuando verdaderamente se verá el brillo de aquello que realmente queremos, la Venezuela libre y con los hijos bien alimentados, bien educados y con un futuro seguro. Nadie entonces emigrará y entonces el cuento llegará a su fin y se presentará ante un Dios todo poderoso a la Venezuela que todos aspiramos que debió ser en el siglo XXI. El ánimo no puede caer. Lo que debe elevarse también es la actuación de cada uno de nosotros por mejorar cada rincón y cada lugar donde estamos y dejar la quejadera sin acción. Volverán aquellos que se distrajeron en el camino y entonces tendremos verdadera paz interna. Dios con nosotros.
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