Un recordatorio a Venezuela 08 Jueves may 2014 Posted by addais1

Un recordatorio a Venezuela 08 Jueves may 2014 Posted by addais1 in Autora: ADDAIS, Predicciones, Reflexiones ≈ 3 comentarios Etiquetas@ADDAIS, recordatorio, Venezuela En los #MensajeaVenezuela ha aparecido durante todo este tiempo llamados de atención ante los eventos que están sucediendo y los que vendrán. Una vez más se les advierte a toda la colectividad que solo la unión y acción de toda la población es lo que prevalecerá. En el conjunto de jóvenes luchadores y aquellos seres detrás de los barrotes están las futuras voces líderes de nuestro país. Sin embargo, solos no podrán hacer nada y todo quedara en ideales. La acción verdadera comienza desde el sentimiento interior de la no aceptación de la sumisión y degradación del ser. Muchas personas esperan en sus casas que los acontecimientos se den por si solos y desean leer que ya la situación va a pasar. Y si, en efecto, pasará, pero será tan largo o tan corto como la decisión unánime de no seguir soportando aquello que daña y permitir el paso de nuevas corrientes. Se les hace un llamado a todas aquellas personas que fueron participes inicialmente en las decisiones y causas que han originado las nefastas consecuencias de estos momentos de intensidad y sentimiento encontrados, para que con sus actos comiencen a reversar dichas consecuencias. Cuando los cuatro puntos cardinales reaccionen al atropello de un niño, muchas cosas cambiarán y habrá de temer la justicia que se impondrá. Cuando el sentimiento, palabra y acción vayan de la mano, los que se sienten seguros se les tambaleará el piso y caerán inevitablemente. Las estrellas y las armas se fundirán para dar paso al arma contundente de la voz infantil. Todo esto sucederá. Quien hoy genere dolor, sucumbirá ante él y lo sentirá en carne propia, aunque hoy este lleno de alegría, pues su alma no lo está. Quien se haga el desentendido y piense que no le afecta la tragedia de su hermano, la vivirá duplicada y nadie lo sabrá para ayudarlo. El bando que ríe, llorará intensamente y viceversa. El atropello no terminará hasta que el más débil eslabón recuerde su labor inicial. Aparece un número el 336. Es número de turbulencia.