lunes, 23 de mayo de 2011

2012 Y LAS PROFECIAS MAYAS DE JOSE HERNANDEZ

2012 y las Profecías Mayas (I)

JOSÉ HERNÁNDEZ - El Nacional
Ante la evidencia de sucesivas catástrofes naturales que afectan al globo terráqueo, se hace necesario investigar acerca de los pronósticos astrológicos de los sabios mayas de la antigüedad. Esa civilización alcanzó un desarrollo sorprendente en cuanto a los estudios de la influencia de los astros, el devenir de la humanidad y la configuración del Solsticio de Invierno del año 2012.


La civilización maya tuvo su origen hace de 4.000 o 5.000 años, en tiempos del esplendor de la Era de Taurus. Ellos alcanzaron un dominio extraordinario del elemento Tierra hasta el punto de elaborar, con una maestría hasta ahora inigualada, edificaciones piramidales que se conectan con las energías que emanan de la Tierra y del cosmos. Pirámides que expresan la perfección de la sensibilidad, del arte arquitectónico, del ordenamiento en el contexto geográfico, así como de su correspondencia con las estrellas y los solsticios y equinoccios.

Entre sus pronósticos figura aquel que, acercándose hacia los tiempos del gran final (se especula el fin del año 2012 o poco tiempo después), se sucederán desapariciones masivas de gente y muchos desastres naturales. Inundaciones, movimientos de la tierra, lluvia de fuego, devastaciones, entre otros. El calendario maya, célebre por su exactitud, se detiene abruptamente en el gran evento cósmico que ocurrirá en el Solsticio de Invierno de 2012. Algunos científicos de la actualidad, de las disciplinas de la geología, geofísica y paleogeografía, han advertido de la posibilidad de un nuevo desplazamiento de los polos que cambiaría significativamente la faz de la Tierra, y que este hecho se sucedería en tiempos relativamente próximos. Y decimos "nuevo" porque las investigaciones sobre los desplazamientos terrestres arrojaron que estos han sucedido, igualmente, hace varios cientos de millones de años atrás.

En mi entender lo que quisieron decir los sabios mayas no es exactamente un final, sino el fin de un gran tiempo, ¡de una gran edad!, con el consecuente inicio de uno nuevo más armónico y pacífico. Una nueva edad, por todos esperada, la cual ha sido profetizada por grandes iluminados de la historia de la humanidad. Se sabe que habrá un nuevo amanecer en el género humano, una edad de luz, de paz y de sabiduría, pero antes de que eso suceda y mientras el mundo no rectifique de su desarmonía, sobrevendrán grandes catástrofes. Ya las estamos viendo a todo lo ancho y largo del planeta. Los terremotos, tsunamis, despertamientos de volcanes y las grandes inundaciones parecen comprobar que estamos en el pleno momento crucial.

La humanidad debe tener una reorientación en todos los ámbitos..

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